La propia declaración de Jesús en Juan 10:30: “El Padre y yo uno somos”, expresa más que la idea de que el Hijo es similar al Padre en el pensamiento y la voluntad; se refiere a una unidad de la esencia. “Consustancial al Padre”, dice el Credo Niceno de Jesús.2 El Padre y el Hijo son uno en esencia, poder, pensamiento, y operación. Jesús no es un Dios de menor rango, tampoco es un ser humano que de alguna manera fue elevado a la categoría de Dios. Él es más que un hijo de Dios como por la fe somos
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